Estábamos caminando en los senderos del parque con Megan, a pesar de tener
16 años, me encanta estar con ella. Nos habíamos hecho amigas al instante, ella
era mi vecina de habitación y siempre hacía los comentarios más extraños pero
siempre me hacía reír.
Había pasado
una semana y no había hablado con Justin de nuevo.
Los ensayos
empezarían la siguiente semana, por lo que seguramente debería hablar ahora con
él para coordinar eso, pero hasta ahora, no he podido encontrar la oportunidad.
- Un dólar por tus pensamientos - dijo
Megan de repente.
- No es nada, sólo estoy preocupada porque ya
empiezan los ensayos - expliqué.
- No hay por qué. Justin es un buen mentor y
creo que tú estás en la lista de favoritos - dijo ella
- Yo no estoy tan segura de eso - murmuré
mientras miraba al suelo.
Justin... No
había dejado de pensar en él durante toda la semana. Después de lo que había
pasado, la verdad me consideraba en la lista de personas no gratas para él. Es
decir, la forma en la que habló, y cómo me evitaba toda la semana era más que
obvio verdad?
- Hey, Kansas - escuché decir a una
profunda voz. Levanté mi mirada y me vi a Jeremy con la sonrisa perfecta.
- ¿Es qué todos me van a llamar así? – dije
de pronto un poco sorprendida de que me hablara.
Durante esta
semana, nos hemos ido conociendo unos a otros. Todos, a excepción de muy pocos,
son bastante agradables. Sin duda con la persona que mejor me llevo es con la
chica que se encuentra alado mío pero con Jeremy, particularmente desde nuestro
primer día, nunca hemos hablado.
- Todos te conocen por eso – explicó - causaste mucha impresión tu primer día.
No pude
dejar de notar su marcado acento. Este chico, sin duda, es del tipo sexy y lo
peor de todo es, que lo sabe. Nuestras miradas cruzaron de nuevo, no podía
evitarlo. Las palabras no eran necesarias, por lo que se produjo un silencio
agradable.
- Bueno, ya que acá mi amiga no se digna en
presentarnos lo haré yo. Soy Megan – dijo de pronto mi amiga extendiendo su
mano y sacándome del trance en el que estaba.
- Jeremy, he escuchado de ti Megan – dijo él estrechándola.
- ¿Y cómo, si se puede saber? – preguntó ella muy interesada.
- Los chicos hablan – fue lo único que él comento.
- Bueno, las chicas también – dijo ella – de hecho, de ti han dicho muchas cosas. Incluyendo acá mi amiga que
piensa que tienes un muy buen trasero, y sin duda, tus pantalones no le hacen
juicio.
Me quedé con
la boca abierta. No podía creer lo que escuchaba. ¡¿Cómo pudo ella decir eso?¡ ¡¿Enfrente
de él?!
Él sólo se
río por lo bajo, con una pequeña sonrisa y los ojos burlones, que no dejaban de
verme. Ok, definitivamente, tengo que tener una larga charla con la bocazas de
mi amiga, enseñándole el significado de SECRETO.
De repente,
vi a Justin caminando hacia nosotras, cuando llegó, se paró un rato, viendo a
las personas que estaban conmigo y dijo:
- Jeremy, ve con Paola por favor que
quiere hablar contigo. – dijo él
con una voz seria.
- Claro, gracias. Emm... Nos vemos
luego Kansas – dijo él
guiñándome el ojo.
Se formó un
silencio incómodo mientras Jeremy se iba. De repente Justin me miró y con el
mismo tono de voz dijo:
- Kansas, tenemos que hablar.
“Ok, al
parecer, ese nombre iba a ser mi apodo durante la temporada…” pensé mientras
suspiraba.
A pesar de
su voz seria, Justin no estaba siendo grosero conmigo, así que yo decidí
contestar de la misma manera y con el mismo tono que él.
- Claro, ¿cuándo? – pregunté.
- Ahora, si se puede – me contestó
mientras miraba a mi amiga.
- Claro, yo me voy, no se preocupen, supongo
que te veo luego Tay – me dijo ella mientras se despedía de mi – Me tienes que contar que está pasando aquí
– me susurró mientras me abrazaba.
- Claro – fue lo único que pude decir.
La verdad ni yo entendía qué estaba pasando.
Una vez que
Megan se fue, Justin dirigió su mirada a mí, señaló en una dirección y dijo;
- Después de ti.
Justin me
llevó un tipo de estudio de grabación, tenía muchos instrumentos musicales y dos
taburetes. Había también unos micrófonos, pero éstos estaban en un lado. Me di
cuenta que era el lugar donde se iban a realizar los ensayos. Pero hasta donde
yo sabía, esos empezaban la próxima semana y tienen que estar grabados. Miré
con una cara de confusión a Justin. Tomé asiento en uno de los taburetes, como
él me indicó y esperé a que cerrara la puerta
- Seguramente te estarás preguntando por qué
te traje aquí – hizo una pausa mientras cogía su guitarra y se sentaba en
el taburete junto al mío – Me agradas
Taylor, creo que tienes un talento
nato pero también sé que no tienes
la misma confianza que el resto de participantes debido a que, la mayoría de ellos
han estado aquí varias veces, familiarizándose con esto mientras tu no, y me
pareció una buena idea que ensayemos los dos un poco antes de los ensayos
oficiales, para equilibrar las cosas. Ahí, como te explicó Victoria, habrá
cámaras y eso te desconcentra aunque si no estás de acuerdo… - pero antes
de que pudiera decir nada comenté, con una voz muy alta:
- ¡No! Es perfecto… gracias.
Él me quedo
viendo divertido y no pude evitar sonrojarme.
- Eres tan tierna cuando te sonrojas
– dijo
riéndose. Su tono de voz había cambiado, volvía a ser el chico con ojos
burlones. Los cuales, tengo que admitir, me encantan. – Bueno, entonces, cantemos algunas canciones. – propuso.
Y así
pasamos toda la tarde, éramos sólo Justin, la música y yo. Todo en perfecta
armonía. No me di cuenta, hasta ahora, lo hermoso que cantaba él. No sólo por
su perfecta voz, sino por la emoción que pone cada canción en el momento de
entonarla. Me daba algunos consejos, como todo un profesional, pero ya no con
indiferencia e impersonalidad. Nuestra relación había cambiado.
- ¿Cuántos años tienes? – pregunté de pronto mientras el dejaba
su guitarra en el lugar
Él me vio sorprendido
y empezó a reír y dijo:
-Adivina
- 25 – dije con seguridad.
- No soy tan viejo – dijo él soltando una
carcajada, de repente me miró con unos ojos curiosos y bajó un poco su tono de
voz- ¿Enserio no sabes cuántos tengo?
- Me gusta tu música, pero no soy
fan. Aparte, en medio de donde yo vivo, no hay internet por lo que
prácticamente sólo se lo básico– expliqué.
Él me sonrió
y su rostro expresaba ternura.
- 22 – me dijo – La verdad, me gusta que no sepas sobre mí. Así podrás conocerme tú
personalmente y no hacer juicios de los rumores.
- ¿Me permitirías conocerte? He
podido notar que eres un poco reservado.
- Me he acostumbrado a ser así, pero
la verdad, confío en ti así que sí – dijo el con una sonrisa.
- Esta bien, entonces seremos
amigos. – él enarcó
una ceja y murmuro
- Amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario